1. Un poquito de aire para las flores
El ramo te llegará envuelto en papel kraft y en cuanto pase por la puerta de casa se lo tienes que quitar. Las flores querrán un poquito de aire. Han ido todo el camino en su cajita y necesitan respirar.
2. Corta los tallos en diagonal
Una vez les hayas quitado el papel kraft llega el momento de cortar los tallos. Tijeras en mano tienes que cortarlos unos 2 dedos y en diagonal. Si los cortas así es mucho más fácil que cojan agua y se hidraten.
3. Agüita fresca
No hay duda alguna que ya le tendrás el jarrón preparado para cuando llegue el ramo. Solo tienes que procurar que esté limpio y llenarlo de agua. Recuerda que el agua no tiene que tocar las flores, con los tallos es más que suficiente. ¡Ah! y si le cambias el agua cada 2 días vas a tener flores frescas para muuucho.
4. El momento de los nutrientes
El mercado dispone de bolsitas de nutrientes, pero si no los dispones, te contamos cómo puedes hacerlos tú en casa. Solo necesitarás 3 ingredientes que seguro tienes por ahí. Un poquito de agua, azúcar y limón. ¡Ahí va el truco!
Coge un vasito (tamaño cortado) y llénalo de agua
Exprime el zumo de medio limón
Añade una cucharadita de azúcar (tamaño café)
Mézclalo enérgicamente
Diluye la mezcla en el agua fresca y limpia del jarrón
¡Chacháán! Repite este paso cada dos días y mantén tus flores más frescas que nunca.
5. ¡A disfrutar!
Ha llegado el mejor momento de todos. Sabemos que ya tenías sitio para el ramo pensando desde hace varios días. Pues ya puedes colocarlo allí y ver como las flores van abriendo y se ponen preciosas.